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Control de Epidemias: Caja de Herramientas
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CONCEPTOS CLAVES PARA COORDINADORES DE RESPUESTA A EPIDEMIAS

Para apoyar o gestionar una respuesta a una epidemia es importante entender algunos conceptos básicos en epidemiología. Esta sección incluye una lista de principios básicos de epidemiología y tambien información útil sobre cómo o por qué se debe utilizar cierta terminología o cálculos para informar actividades de prevención y respuesta a una epidemia.

Conceptos claves de las herramientas para el control de enfermedades

En las herramientas para el control de enfermedades, disponibles en este sitio web para coordinadores de respuesta se muestran algunos de los términos que se explican a continuación. Para obtener información más detallada sobre estos términos y otros conceptos de salud pública, consultar la sección 2. Conceptos claves de salud pública.

Definición de caso

Una definición de caso es un conjunto de criterios uniformes utilizados para definir una enfermedad en términos de la vigilancia de la salud pública. Esto permite a los funcionarios de la salud pública clasificar y contar los casos de manera sistemática. Las definiciones de caso solo se utilizan para fines de vigilancia epidemiológica. Para el diagnóstico y el tratamiento se deben usar otros criterios. Durante una epidemia, las definiciones de caso utilizadas para la vigilancia de rutina deben revisarse y modificarse, siempre que sea necesario, para adaptarlas a la epidemia y su contexto. Hay que tener en cuenta que estas definiciones pueden cambiar durante un brote epidémico y es importante que cumplan con el protocolo establecido por el Ministerio de Salud. Las definiciones de caso se pueden referir a casos sospechosos, probables o confirmados, o pueden definir casos clínicos, epidemiológicos o de laboratorio.

Alerta o umbral epidemiológico

La alerta de epidemia se refiere a un número predefinido de casos que sugieren el comienzo de un posible brote de una enfermedad y exigen su notificación inmediata. Para cada alerta se debe hacer un cribado y una verificación de casos, así como un análisis de riesgos y, si es necesario, se debe preparar una respuesta.

El umbral epidemiológico se refiere al mínimo número de casos que indican el inicio de un brote de una enfermedad específica. Existen umbrales específicos y no específicos definidos para distintas enfermedades:

  • Umbral específico: un solo caso reportado puede implicar un brote, por ejemplo, de sarampión, cólera, infección por Shigella, fiebre amarilla y fiebres hemorrágicas virales.
  • Umbral no específico: un aumento del número esperado de casos en una población determinada en un período determinado del año y en un lugar específico puede indicar un brote. Por ejemplo, no existe un umbral específico para definir un brote de malaria (paludismo).

Aunque existen algunos criterios reconocidos internacionalmente para definir una “alerta” en algunos contextos, no existen criterios aceptados mundialmente para definir los umbrales, así que estos se deben adaptar al país y el contexto. Por ello, este sitio web no propone ningún tipo de umbrales, y los coordinadores deben verificar con las autoridades sanitarias a nivel nacional cuál es el umbral reconocido para una enfermedad específica.

Tasa de ataque

Es el riesgo de contagiarse de una enfermedad durante un período de tiempo determinado (por ejemplo, durante una epidemia). Puede expresarse por edad o sexo, y así indicar qué grupos son más vulnerables.

Tasa de ataque

A veces se calcula una segunda tasa de ataque para documentar la diferencia entre la transmisión comunitaria de la enfermedad y la transmisión de la enfermedad en un domicilio o en grupos cerrados de población.

Secondary attack rate

Agente infeccioso

Los agentes infecciosos (también conocidos como patógenos) son las bacterias, los virus, los hongos, los priones o los parásitos. Cuando una enfermedad es causada por un agente o sus productos infecciosos se le denomina enfermedad infecciosa. La infección ocurre cuando el agente entra en un organismo huésped y se reproduce.

Vector

Los vectores son organismos que transmiten agentes infecciosos entre los humanos, o entre animales y humanos (mosquitos, pulgas, garrapatas, triatominos, etc.). 

Reservorio / Huésped

Un reservorio de agentes infecciosos es un organismo vivo o materia en el que (o sobre el que) vive y/o se reproduce un agente infeccioso. Los reservorios pueden ser humanos, animales y el ambiente. Los reservorios humanos pueden mostrar síntomas de la enfermedad o ser asintomáticos. El reservorio puede ser la fuente (o no) desde la que un agente se transfiere a un huésped susceptible.

Un huésped susceptible es una persona que corre el riesgo de infectarse. El nivel de susceptibilidad depende de la edad, el sexo, el origen étnico y los factores genéticos, especialmente la inmunidad. También intervienen otros factores que afectan la capacidad del individuo de oponer resistencia a la infección o de limitar la capacidad de causar infecciones.

Una zoonosis es una enfermedad infecciosa que ha pasado de un animal a un humano.

Modos de transmisión

La categorización de los modos de transmisión varía entre las distintas organizaciones. Además, algunos agentes infecciosos se pueden transmitir de diversos modos.  A continuación se muestra una lista orientativa para comprender mejor las enfermedades incluidas en este sitio web.

  • Transmisión a través del aire: se refiere a la transmisión de agentes infecciosos a través de “núcleos de gotículas”. A diferencia de otras gotículas que caen al suelo a una corta distancia, los núcleos de gotículas pueden quedar suspendidos en el aire por más tiempo y ser transportados por el aire a través de largas distancias. Estos núcleos de gotículas pueden ser inhalados.
  • Diseminación de gotículas: son aerosoles causados por las gotículas que producimos al toser, estornudar o hablar. Una vez en el aire, las gotículas recorren distancias cortas y suelen caer rápidamente al suelo o sobre superficies cercanas. También se pueden transmitir desde las manos y entrar a otras partes del organismo, cuando nos tocamos la nariz, los ojos o la boca.
  • Contacto directo: se refiere al contacto físico entre las personas o al contacto con los fluidos corporales. Esto incluye:
    • Transmisión sexual
    • Transmisión vertical: es la transmisión de madre a hijo durante el embarazo o el parto.
  • Vía fecal-oral: es la transmisión de patógenos de las partículas fecales de una persona a la boca de otra persona, causada por el consumo de agua o alimentos contaminados.
  • Transmisión por vectores: ocurre cuando algunos organismos (como por ejemplo insectos) transportan un agente infeccioso y lo transmiten a los humanos. Los vectores son organismos vivos que transmiten patógenos de humanos a humanos o de animales a humanos.
  • Transmisión indirecta: este tipo de transmisión ocurre cuando un agente infeccioso se transmite a través de elementos o sustancias como el agua, la sangre, el suelo o los fómites en objetos como las sábanas.
Período de incubación

El período de incubación es el intervalo entre la exposición inicial al agente infeccioso y el primer síntoma de la infección. Es un período de horas o días que puede varias según la enfermedad. 

El período de latencia es el intervalo de tiempo entre la infección de un individuo o huésped y el momento en el que este individuo es capaz de transmitir los patógenos a otros individuos susceptibles.

Período de latencia

El período de latencia es el intervalo de tiempo entre la infección de un individuo o huésped y el momento en el que este individuo es capaz de transmitir los patógenos a otros individuos susceptibles.

Período de transmisibilidad

Es el intervalo de tiempo en el que una persona infectada puede transmitir la enfermedad a otros individuos susceptibles. Este período varía de acuerdo con la enfermedad y puede incluir el período de incubación, la etapa de la enfermedad clínica y la etapa de recuperación. Durante este período, el objetivo de la prevención y el control de enfermedades es limitar la exposición a los agentes patógenos ya sea a través de equipos de protección personal, medidas de control de infecciones, cuarentenas o aislamientos. 

Vacuna o tratamiento

Cada una de las enfermedades descritas incluye una sección de vacunas y tratamientos. Cabe destacar que el propósito de esta sección no es proporcionar una guía sobre el manejo clínico de ninguna enfermedad. El objetivo es más bien brindar información a los coordinadores de respuesta sobre las vacunas y los tratamientos básicos que están disponibles. El personal sanitario debe consultar las directrices apropiadas a nivel local o internacional para el manejo clínico de cualquier enfermedad. Todo tipo de procedimiento clínico, incluida la administración de un tratamiento o una vacuna debe ser efectuado por un profesional de la salud. 

Inmunidad

La condición previa para que ocurra una infección es la presencia de un huésped susceptible. Teóricamente, si toda la población es inmune a una infección debido a la vacunación, la enfermedad sería erradicada. No obstante, los recién nacidos serían susceptibles, así como algunas personas que no pueden ser vacunadas por alguna contraindicación de la vacuna, así que la eficacia de las vacunas no es del 100%. Por ejemplo, una dosis de la vacuna contra el sarampión brinda una protección del 93%.

Lo cierto es que mientras más bajo sea el porcentaje de huéspedes susceptibles en una población, menor será la posibilidad de que ocurra la infección. Esto se conoce como inmunidad de rebaño. Si un alto porcentaje de individuos en una población tiene inmunidad contra la enfermedad, la probabilidad de que un agente infeccioso “encuentre” a un huésped susceptible es muy baja. En otras palabras, aquellos que son inmunes “protegen” a las personas que no lo son (por ejemplo, las personas susceptibles a las contraindicaciones de las vacunas).

Existen dos tipos de inmunidad:

  • La inmunidad activa se produce cuando la exposición a un patógeno causa que el sistema inmunológico produzca anticuerpos contra esa enfermedad. Esta inmunidad puede ser natural (debida a la infección) o inducida por la vacuna.
  • La inmunidad pasiva se produce cuando a una persona se le proporcionan anticuerpos contra una enfermedad en lugar de que los produzca su propio sistema inmunológico. También puede ser innata (cuando un bebé adquiere una inmunidad pasiva de su madre a través de la placenta). Una persona también puede desarrollar una inmunidad pasiva a través de hemoderivados con anticuerpos, como las inmunoglobulinas.
Posibles intervenciones

Cada enfermedad descrita en el sitio web incluye una lista de actividades diseñadas para que los voluntarios de la Cruz Roja las implementen en sus comunidades, como respuesta a las crisis y las epidemias. Cabe destacar que las actividades propuestas no constituyen una lista exhaustiva de todas las actividades de prevención y control de las enfermedades. Por otra parte, estas actividades están concebidas para que se lleven a cabo en las comunidades y fuera de instalaciones sanitarias; por ello las intervenciones excluyen actividades de carácter clínico.

Conceptos claves de salud pública

La epidemiología es el estudio de la distribución de las enfermedades y sus factores determinantes (ej. factores de riesgo, síntomas) y la aplicación de este estudio para el control de enfermedades y otros problemas de salud. Se considera una disciplina científica esencial para la salud pública, que nos dice de dónde, cómo, dónde y cuándo se transmite la enfermedad.

¿Cómo se propagan las enfermedades contagiosas?

transmission chain SP

Cuando una enfermedad es causada por un patógeno o sus productos infecciosos se le denomina enfermedad infecciosa. La infección ocurre cuando el patógeno entra en un organismo huésped y se reproduce.

La transmisión de una enfermedad contagiosa se describe a través de una cadena de seis elementos (o “cadena de transmisión”) que producen la infección y la enfermedad. La eliminación de un solo elemento de esta cadena puede interrumpir el contagio de la enfermedad. Este es el principio fundamental del control y la prevención de epidemias.

Existen medidas preventivas para interrumpir la cadena de transmisión de algunos agentes infecciosos. Un ejemplo es la fiebre amarilla: los huéspedes susceptibles se pueden proteger con las vacunas y los métodos de control de vectores pueden limitar los reservorios y bloquear la transmisión (por ejemplo, los mosquiteros, la ropa y los repelentes contra mosquitos).

ara otros agentes infecciosos, las medidas de protección contra todos los elementos de la cadena pueden ser menos eficaces.  Por ejemplo, si el reservorio es desconocido o es un animal; si el agente se transmite a través del aire; o si no existe la vacuna o no hay disponibilidad de vacunas. Comprender esta cadena de transmisión de las enfermedades nos ayuda a romper el ciclo de transmisión. Para cada epidemia, es importante conocer e identificar los siguientes aspectos:

1. Agente infeccioso o patógeno: ¿Qué causa la infección?
infectious agent

 

Los agentes infecciosos son las bacterias, los virus, los hongos, los priones o los parásitos.

Se requiere estar expuesto a una dosis infecciosa para que se produzca la infección. Algunas veces unas pocas bacterias son suficientes para causar una infección (ej. Shigella), pero en ocasiones se requieren miles o millones (ej. Vibrio cholerae).

2. Reservorio de agentes infecciosos: ¿Dónde “se esconde” o “vive” la infección?
Reservoir icon

Un reservorio de agentes infecciosos es un organismo vivo o materia en el que (o sobre el que) vive y/o se reproduce un agente infeccioso. Los reservorios pueden ser humanos, animales y el ambiente. Los reservorios humanos pueden mostrar los síntomas de la enfermedad o ser asintomáticos.

El reservorio puede ser la fuente (o no) desde la que un agente se transfiere a un huésped susceptible. Por ejemplo:

  • Sarampión: los humanos son el reservorio. El virus pasa directamente de una persona infectada a un huésped susceptible.
  • La fiebre de Lassa: los roedores son el reservorio. El virus está presente en la orina de los roedores y un humano puede infectarse al inhalar el polvo que se desprende de la orina.

Una zoonosis es una enfermedad infecciosa que ha pasado de un animal a un humano. Representa el mayor problema de salud pública a nivel mundial, debido a la estrecha relación con los animales en la agricultura, el hogar y la naturaleza.

A una persona con una infección asintomática (persona infectada sin síntomas) que puede transmitir el agente patógeno a otras personas se le conoce como portador. Los portadores pueden ser:

  • Portadores sanos: aquellos que nunca han tenido síntomas a pesar de estar contagiados.
  • Portadores convalecientes: aquellos que se han recuperado de la enfermedad pero todavía pueden transmitirla.
  • Portadores crónicos.
3. Puerta de salida: ¿Cómo sale la infección del huésped?
Portal of exit

La puerta de salida es la vía por la cual el agente infeccioso abandona al huésped. Normalmente se corresponde al sitio donde el patógeno está localizado. La puerta de salida puede ser el tracto respiratorio (al toser, estornudar o besar), el tracto genitourinario (orina, semen, secreción vaginal), el tracto gastrointestinal (heces) o a través de la piel o la placenta.

 

4. Transmisión: ¿Cómo se propaga la infección?
Mode of transmission

Hay muchas maneras en las que se puede propagar una infección. Entender la fuente de infección y cómo se transmite la enfermedad es fundamental para prevenir y controlar las epidemias.

Primero, el agente infeccioso abandona al huésped (salida). Hay muchas rutas de transmisión que permiten la propagación de las enfermedades. Estas rutas incluyen el tracto respiratorio (al toser, estornudar o besar), el tracto genitourinario (orina, semen, secreción vaginal), el tracto gastrointestinal (heces) o a través de la piel o la placenta.

La transmisión directa o indirecta del agente infeccioso desde su reservorio hacia un huésped susceptible puede ocurrir a través de:

  • La transmisión directa, que incluye el contacto directo (contacto físico, besarse, coito y diseminación de gotículas (aerosoles producidos al toser, estornudar y hablar). La fuente es la persona infectada.
  • La transmisión indirecta, que puede ser a través del aire (agentes infecciosos propagados por el polvo o que quedan suspendidos en el aire); a través de elementos y sustancias (alimentos, agua, sangre y otros productos biológicos); y por vectores (insectos). La fuente de infección puede ser una persona. También se pueden contaminar los alimentos, los animales portadores de vectores o diferentes elementos naturales como el agua.
5. Puerta de entrada: ¿Cómo entra la infección en un nuevo huésped?
Portal of entry

La puerta de entrada es la manera en la que un agente infeccioso entra en un huésped susceptible. Puede ser a través de las vías respiratorias (al inhalar gérmenes o besarse), la piel (picaduras de insectos, cortes), las membranas mucosas (como el contacto con los ojos a través de las manos sucias), la sangre (transfusiones, compartir agujas) y la placenta (de madre a hijo).

La siguiente tabla muestra algunos ejemplos de algunos reservorios, puertas de salida y entrada, y modos de transmisión.

Algunos reservorios, puertas de salida y entrada, y modos de transmisión.

Enfermedad (agente)

Reservorio

Puerta de salida

Modo de transmisión

Puerta de entrada

Cólera (Vibrio cólera)

Humanos

Tracto gastrointestinal

Agua

Boca

Malaria (Plasmodium)

Humanos

Mosquitos que se alimentan de sangre

Vectores (mosquitos)

Picaduras de mosquito

Poliomielitis (Polio virus)

Humanos

Tracto gastrointestinal

Agua, persona a persona

Boca

Síndrome pulmonar por hantavirus (Hantavirus)

Animales (roedores)

Tracto urinario

A través del aire

Tracto respiratorio

6. Huésped susceptible: ¿Quién se contagia de una enfermedad infecciosa?
Susceptible host

Un huésped susceptible es una persona que corre el riesgo de infectarse. El nivel de susceptibilidad depende de la edad, el sexo, el origen étnico y los factores genéticos, especialmente la inmunidad. También intervienen otros factores que afectan la capacidad del individuo de oponer resistencia a la infección o de limitar la capacidad de causar infecciones. Por ejemplo, la hepatitis A suele ser asintomática en los niños y grave para los adultos, mientras que la poliomielitis es mayormente grave en los niños.

 

Período de incubación

Es el intervalo entre la exposición inicial al agente infeccioso y el primer síntoma de la infección. Es un período de horas o días que puede variar según la enfermedad. La duración del período de incubación variará según:

  • El modo de transmisión: por ejemplo, es más corto en las infecciones producidas por la ingestión de alimentos y más largo en las producidas por el agua.
  • Portal de entrada: por ejemplo, el tétanos o la rabia tienen un período de incubación más corto si la herida es en la cabeza.
  • La inmunidad de la persona susceptible.

Conocer el período de incubación de las enfermedades es importante para controlar las epidemias. Ayuda a identificar qué otras personas pueden estar contagiadas, cuándo y cómo implementar medidas de control, y calcular el número de personas que podrían enfermarse.

El período de transmisibilidad es el intervalo de tiempo en el que una persona infectada puede transmitir la enfermedad a otros individuos susceptibles. Este período varía de acuerdo con la enfermedad y puede incluir el período de incubación, la etapa de la enfermedad clínica y la etapa de recuperación. Durante este período, el objetivo de la prevención y el control de la enfermedad es limitar la exposición a los agentes patógenos ya sea a través de equipos de protección personal, medidas de control de infecciones, cuarentenas o aislamientos.

Inmunidad

La condición previa para que ocurra una infección es la presencia de un huésped susceptible. Teóricamente, si toda la población es inmune a una infección debido a la vacunación, la enfermedad se erradicaría. No obstante, los recién nacidos serían susceptibles, así como algunas personas que no pueden ser vacunadas por alguna condición de salud, así que la eficacia de las vacunas no es del 100%. Por ejemplo, una dosis de la vacuna contra el sarampión brinda una protección del 93%.

Lo cierto es que mientras más bajo sea el porcentaje de huéspedes susceptibles en una población, menor será la posibilidad de que ocurra la infección. Esto se conoce como inmunidad de rebaño. Si un alto porcentaje de individuos en una población tiene inmunidad contra la enfermedad, la probabilidad de que un agente infeccioso “encuentre” a un huésped susceptible es muy baja. En otras palabras, aquellos que son inmunes “protegen” a las personas que no lo son (por ejemplo, las personas susceptibles a las contraindicaciones de las vacunas).

Existen dos tipos de inmunidad:

  • La inmunidad activa se produce cuando la exposición a un patógeno causa que el sistema inmunológico produzca anticuerpos contra esa enfermedad. Esta inmunidad puede ser natural (debida a la infección) o inducida por la vacuna.
  • La inmunidad pasiva se produce cuando a una persona se le proporcionan anticuerpos contra una enfermedad en lugar de que los produzca su propio sistema inmunológico. También puede ser innata (cuando un bebé adquiere una inmunidad pasiva de su madre a través de la placenta). Una persona también puede desarrollar una inmunidad pasiva a través de hemoderivados con anticuerpos, como las inmunoglobulinas.

La inmunidad pasiva brinda una protección inmediata contra una enfermedad específica, pero esta inmunidad dura solo unas semanas o meses. Por el contrario, la inmunidad activa tarda varias semanas en desarrollarse pero se prolonga por más tiempo, y para algunas enfermedades dura toda la vida de la persona.

La vacuna es una preparación que genera la inmunidad adquirida frente a una enfermedad determinada. Una vacuna normalmente contiene un agente parecido al microorganismo que causa la enfermedad. Se suele fabricar con microbios atenuados o muertos, con sus componentes tóxicos o con alguna de sus proteínas de superficie. La vacuna estimula el sistema inmunológico del organismo para reconocer al agente extraño y destruirlo, y “recordarlo” para eliminarlo si entra nuevamente en el organismo. 

Algunas de las numerosas vacunas disponibles en el mundo forman parte de programas de inmunización sistemática. La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace recomendaciones sobre las inmunizaciones y luego cada país decide qué vacunas incluirá en sus programas nacionales de vacunación. Esta decisión se suele basar en las prioridades sanitarias del país, así como en su situación epidemiológica, disponibilidad de personal sanitario, logística (incluida la “cadena de frío) y sostenibilidad económica. En el siguiente enlace se pueden consultar las recomendaciones de la OMS para la inmunización sistemática o de rutina: https://apps.who.int/iris/rest/bitstreams/1087182/retrieve

Además de la inmunización sistemática, las vacunas se pueden usar para el control de epidemias, por ejemplo, para viajeros internacionales, por otros motivos epidemiológicos (para individuos más expuestos al patógeno) o por motivos clínicos (personas que sufren una enfermedad que las hace más vulnerables a adquirir otra enfermedad que puede prevenirse con la vacunación).

La seguridad de las vacunas es fundamental ya que cualquier fallo puede causar graves daños a la salud de las personas y a todo el programa de vacunación. Los efectos secundarios de las vacunas pueden producirse como resultado de la misma vacuna o también por prácticas de vacunación inseguras.

El propósito de la “cadena de frío” es mantener la calidad de la vacuna desde el momento de su fabricación hasta el momento de su administración. Este proceso asegura que las vacunas sean almacenadas y transportadas según los rangos de temperatura recomendados por la OMS.

Vigilancia
¿Qué es la vigilancia?

Detectar nuevos brotes epidemiológicos a tiempo y entender dónde se ubican y a qué personas están afectando es fundamental para prevenir la propagación de una epidemia.

En el campo epidemiológico, la vigilancia significa la recolección, el monitoreo, el análisis y la interpretación de manera continua y sistemática de los datos relacionados con las enfermedades contagiosas. Es esencial para la detección de epidemias, para dar una respuesta temprana y adecuada, y para la planificación, implementación y evaluación de las prácticas de salud pública. Los datos recabados en la vigilancia nos dicen qué personas están afectadas y dónde está la enfermedad desarrollándose.

Objetivos de la vigilancia
  • Detección temprana: debe funcionar como un sistema de alerta temprana ante emergencias inminentes para la salud pública (epidemias) y apoyar la respuesta rápida.
  • Documentar el impacto de una intervención (ej. las jornadas de vacunación) o hacer el seguimiento de los avances hacia objetivos más específicos.
  • Monitorear y esclarecer la epidemiología de las enfermedades contagiosas, para que se puedan establecer prioridades y comunicar la política y las estrategias de salud pública.

Enlaces útiles: 

Tipos de vigilancia

Existen diferentes tipos de vigilancia:

  • Vigilancia basada en indicadores (IBS, por sus siglas en inglés): consiste en la recopilación, el monitoreo, el análisis y la interpretación de datos estructurados (indicadores específicos de enfermedades) de manera sistemática, llevada a cabo por centros sanitarios u otras fuentes bien identificadas (como voluntarios capacitados o personal de salud comunitaria).
  • Vigilancia basada en eventos (EBS, por sus siglas en inglés): consiste en la recopilación, el monitoreo, el análisis y la interpretación de datos primarios o de información ad hoc sobre posibles amenazas a la salud pública, que pueden representar riesgos graves para la salud de las personas. La EBS se puede llevar a cabo a nivel de centro de salud y a nivel comunitario; no incluye datos específicos sobre las enfermedades, pero es útil para identificar enfermedades nuevas o el resurgimiento de enfermedades que de otro modo no están incluidas en la vigilancia tradicional. Algunos ejemplos son la vigilancia comunitaria, la asistencia telefónica o eventos en centros comunitarios.
  • Vigilancia pasiva o sistemática: se suele basar en la notificación sistemática y obligatoria dentro de un sistema de salud, que puede incluir estrategias de vigilancia tanto en centros de salud como a nivel comunitario y a menudo está vinculada con actividades sanitarias ya existentes. Forma parte de la IBS.
  • Vigilancia activa: ocurre cuando se lleva a cabo una investigación de cada caso reportado. A menudo requiere notificaciones negativas (ej. se reporta que el caso no pertenece a ninguna enfermedad conocida) y puede incluir el hallazgo activo de casos.
  • Vigilancia basada en la comunidad o vigilancia comunitaria (CBS, por sus siglas en inglés): es la detección y la notificación sistemática de eventos de salud pública significativos dentro de una comunidad y por miembros de la comunidad. En el Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la vigilancia la levan a cabo los voluntarios que están capacitados para reconocer y notificar riesgos sanitarios y eventos inusuales para asegurar que las comunidades reciban el apoyo necesario en el momento y el lugar adecuados.Vigilancia centinela: es una “muestra” de vigilancia en la que solo un grupo seleccionado (personal sanitario específico o un centro de salud determinado) está a cargo de recopilar una muestra de datos que se pueden generalizar posteriormente.
  • Vigilancia de laboratorio.
  • Una sola salud” es un enfoque colaborativo y multisectorial a escala mundial destinado a comprender y gestionar los riesgos para la salud animal, humana y ambiental y lograr avances en la salud pública.
¿Quiénes hacen la vigilancia?

La vigilancia de las enfermedades contagiosas normalmente está organizada en distintos niveles: internacional, nacional y local. Los ministerios de salud y las instituciones/centros de salud pública para el control y la prevención de enfermedades están a cargo de estos sistemas de vigilancia. La vigilancia epidemiológica se debe efectuar tanto en los humanos como en los animales no humanos.

Un elemento importante de la vigilancia de una enfermedad (o síndrome, condición, factor de riesgo, agente) es la notificación. Lo organismos sanitarios, los laboratorios y los profesionales de la salud o “unidades de vigilancia” notifican el caso a un nivel superior. Allí es donde se analiza e interpreta la información sanitaria sobre la enfermedad registrada (ya sea en humanos o animales). Los hallazgos de la vigilancia impulsan las medidas de salud pública.

Definiciones de caso
Una definición de caso es...

Una definición de caso es un conjunto de criterios uniformes utilizados para definir una enfermedad en términos de la vigilancia de la salud pública. Esto permite a los funcionarios de la salud pública clasificar y contar los casos de manera sistemática. Las definiciones de caso pueden estar basadas en casos o en el síndrome de la enfermedad.

Las definiciones basadas en casos normalmente provienen de los datos individuales de un paciente y la confirmación epidemiológica o de laboratorio. Mientras que el objetivo de las definiciones basadas en un síndrome o conjunto de síntomas es identificar enfermedades antes de que el diagnóstico sea confirmado y notificado a los organismos de salud pública. Esto permite la movilización de una respuesta rápida que reduce la morbilidad y la mortalidad.

Las definiciones de caso solo se utilizan para fines de vigilancia epidemiológica. Para el diagnóstico y el tratamiento se deben usar otros criterios. Durante una epidemia, las definiciones de caso utilizadas para la vigilancia sistemática deben revisarse y modificarse, siempre que sea necesario, para adaptarlas a la epidemia y su contexto. La vigilancia comunitaria, por ejemplo, es un tipo de vigilancia que utiliza las definiciones basadas en los síndromes para detectar casos.

Las definiciones de caso se pueden referir a casos sospechosos, probables o confirmados, o pueden definir casos clínicos, epidemiológicos o de laboratorio, como se muestra en la tabla siguiente.

Definiciones de casos sospechosos, probables y confirmados con ejemplos de enfermedades
Caso Definiciones
Caso sospechoso Es un caso que generalmente cumple los criterios clínicos (síntomas de una enfermedad).
Caso probable Incluye criterios clínicos y epidemiológicos, por ejemplo, contacto cercano con una persona enferma.
Caso confirmado Incluye la confirmación de la enfermedad mediante pruebas de laboratorio.
Ejemplo definición de case: Fiebre amarilla (OMS)

Caso sospechoso: cualquier persona con fiebre alta repentina y con ictericia que surge durante los 14 días desde los primeros síntomas.

Caso probable: caso sospechoso, con al menos uno de los siguientes criterios:

  • presencia del anticuerpo contra la fiebre amarilla IgM en una persona que no ha sido vacunada, dentro de los 30 días anteriores al inicio la enfermedad;
  • identificación por necropsia de hispatología; o
  • contacto estrecho con un caso confirmado o brote epidémico.

Caso confirmado: caso probable sin inmunización contra la fiebre amarilla dentro de los 30 días anteriores al inicio de la enfermedad, con al menos uno de los siguientes criterios:

  • detección del anticuerpo específico contra la fiebre amarilla IgM; o
  • detección de un aumento de cuatro veces del IgM contra la fiebre amarilla o de los títulos de anticuerpos IgG entre los sueros de fase aguda y de fase convaleciente, o ambos; o
  • detección de anticuerpos neutralizantes específicos contra la fiebre amarilla;

o caso probable sin inmunización contra la fiebre amarilla dentro de los 14 días anteriores al inicio de la enfermedad, con al menos uno de los siguientes criterios:

  • detección mediante PCR del genoma del virus de la fiebre amarilla en la sangre u otros órganos; o
  • detección mediante inmunoanálisis del antígeno en la sangre, el hígado u otros órganos; o
  • aislamiento del virus de la fiebre amarilla en una muestra.
Ocurrencia de la enfermedad

Comprender y usar la terminología correcta es muy importante para el control y la prevención de epidemias. Para describir las enfermedades y su ocurrencia en una población se utilizan distintos términos que se describen en la siguiente tabla.

Ejemplos de la ocurrencia de distintos tipos de enfermedades

Término

Explicación

 Ejemplo 

Ausencia de enfermedad

No se han registrado casos de la enfermedad durante un período de tiempo ya sea corto o largo.

La fiebre amarilla está ausente en zonas sin especies de mosquito Aedes y Haemagogus (Europa, Asia, Norteamérica, Oceanía).

Ocurrencia esporádica

No son frecuentes los casos de la enfermedad y ocurren de forma irregular.

Un solo caso de una enfermedad o algunos casos no vinculados durante un largo período de tiempo. 

Enfermedad endémica

Una enfermedad contagiosa es endémica cuando tiene una presencia permanente en una población. El número de casos de la enfermedad es similar cada año, con pequeñas fluctuaciones (excepto en situaciones donde los programas de prevención y control han logrado la reducción del número de casos).

El cólera es endémico en aproximadamente 50 países de Asia del Sur y el Sudeste Asiático, África y La Española.

Enfermedad hiperendémica

Es una enfermedad que está siempre presente con una alta incidencia y/o prevalencia.

La meningitis bacteriana es hiperendémica en el África Subsahariana.

Foco de contagio

Es un grupo de casos ubicados en un lugar y un tiempo específicos que se sospecha que puede ser mayor que el número de casos esperado.

El número de casos de diarrea que se han diagnosticado en pocos días en una comunidad es más alto de lo habitual. Puede ser un brote y debe ser investigado (también se podría deber a un aumento artificial porque la notificación ha sido más eficaz).

Brote 

Es la aparición repentina de una enfermedad infecciosa con un aumento de casos en una comunidad, zona geográfica o estación determinada.

Los brotes pueden ocurrir en zonas endémicas si hay un aumento significativo de casos de una enfermedad endémica.

Los brotes también pueden ocurrir en zonas en las que la enfermedad está ausente (en esta situación, incluso dos casos vinculados pueden constituir un brote). Un brote también puede ser un solo caso de una enfermedad contagiosa que haya estado ausente en la población durante un largo período de tiempo o que haya sido causada por un agente (ej. bacteria o virus) desconocido en la comunidad o la zona, o la aparición de una enfermedad desconocida.

Un brote de fiebre amarilla causado por la importación de la enfermedad desde otro país.

Un brote alimentario tras la exposición a una fuente común. 

Epidemia

Es un brote más extenso; se produce cuando una enfermedad contagiosa se propaga rápidamente en una población determinada.

La epidemia de Ébola en África Occidental 2013-2016.

Pandemia

Es una epidemia que se propaga en varios continentes o regiones y que normalmente afecta a un gran número de personas.

COVID-19

Estas son otras definiciones importantes para comprender la ocurrencia de las enfermedades:

Control de enfermedades: es la reducción de la frecuencia y las consecuencias de una enfermedad a un nivel aceptable como resultado de acciones planificadas.

Eliminación de una enfermedad: ocurre cuando ya el patógeno no está circulando de manera natural en una población.

Erradicación: se alcanza cuando ya el patógeno ya no circula de ninguna manera en una población humana. La viruela es un ejemplo de erradicación de una enfermedad.

Ejemplo de erradicación de una enfermedad: viruela

La viruela es la única enfermedad infecciosa que ha sido completamente erradicada. El último caso de viruela se aisló en octubre de 1977, y se certificó la erradicación de la enfermedad en 1979. Varios factores contribuyeron a la erradicación de la viruela. En primer lugar, la enfermedad era muy visible y producía una erupción cutánea fácilmente reconocible. Además, el tiempo de exposición desde la aparición de los síntomas era muy corto, por lo que la enfermedad no podía propagarse muy lejos sin ser detectada. Otro factor era que solo los humanos podían transmitir la viruela, y aquellos que sobrevivían a la enfermedad desarrollaban anticuerpos que les proporcionaban una inmunidad para toda la vida.  Para el resto de las personas, la vacunación era muy eficaz.

Indicadores de salud

La vigilancia de las enfermedades contagiosas está basada en la medición de la ocurrencia de la enfermedad por medio de indicadores específicos. Por ejemplo, monitorear los cambios en la tasa de incidencia de la enfermedad permite calcular umbrales epidémicos. También se puede monitorear la tasa de mortalidad y la tasa de letalidad, permitiendo la evaluación de la eficacia de las medidas de prevención y control. Sin embargo, las medidas de vigilancia solo incluyen casos de la enfermedad que han sido diagnosticados y notificados; a menudo el número real de casos puede ser mucho más alto, especialmente en contextos difíciles (por ejemplo, si una persona muere en su casa y no se reporta).  

La tabla siguiente muestra un resumen de los principales indicadores para la medición de enfermedades y su utilidad para orientar el diseño de programas de prevención y respuesta a epidemias.

Definiciones y uso de los principales indicadores de salud para las mediciones epidemiológicas

Indicador

Definición y cálculo  

Para qué se utiliza 

Tasa bruta de mortalidad (TBM) 

Proporción de muertes (por todas las causas) en una población determinada.

TBM = No. de muertes / (población x período de tiempo) x 10.000 = muertes / 10.000 / por día

Para analizar y monitorear la gravedad de la situación.

Es una medida usada comúnmente para la planificación y la toma de decisiones (ej. cuando se necesita ampliar una intervención). 

Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años (U5MR) 

Proporción de muertes (por todas las causas) de los niños menores de 5 años.

U5MR = muertes de menores de 5 / (población de menores de 5 x período de tiempo) x 10.000 = muertes / 10.000 niños menores de 5 años / por día

 

Para analizar y monitorear la gravedad de la situación.

Es una medida usada comúnmente para la planificación y la toma de decisiones (ej. cuando se necesita ampliar una intervención). 

Se recomienda usarla solo si se desconoce la línea base de la mortalidad.

Tasa de mortalidad de una enfermedad específica 

Tasa de mortalidad de una enfermedad específica (ej. sarampión o cólera).

Tasa de mortalidad = No. de muertes por la enfermedad / (población x intervalo de tiempo) x 10.000 = muertes / 10.000 personas / por día

Se puede comparar la tasa de mortalidad actual con la de epidemias anteriores o de otras enfermedades (o la proporción base / tasa de mortalidad de una enfermedad endémica).

Monitorear el desarrollo de una epidemia

Tasa de incidencia (TI) 

Número de nuevos casos de una enfermedad durante un período de tiempo determinado en una población que está en riesgo de contraer la enfermedad.

TI = nuevos casos de la enfermedad / (población x período de tiempo) x 1.000 personas = nuevos casos de una enfermedad concreta / 1.000 personas / por semana (o mes)

Monitorear el desarrollo de una epidemia

Se utiliza para calcular cuántas personas podrían contagiarse.

 

Tasa de letalidad (TL)  

Proporción de casos de la enfermedad que producen muertes. En otras palabras, proporción de personas que mueren a causa de la enfermedad.

TL = número de muertes por la enfermedad / número de casos de la enfermedad x 100 = %

Monitorear el desarrollo de una epidemia.

Monitorear si las intervenciones están funcionando o si son eficaces, especialmente el manejo de casos (ej., ¿se está reduciendo la TL?).

Se puede comparar con los datos de epidemias anteriores.

Tasa de ataque 

Riesgo de contagiarse de una enfermedad durante un período de tiempo determinado (por ejemplo, durante una epidemia). Puede expresarse por edad o sexo, y así indicar qué grupos son más vulnerables.

Tasa de ataque = número de casos durante la epidemia / Total de la población al inicio de la epidemia x 100 = %

Para calcular el número de casos que se puede esperar durante una epidemia actual y así planificar la escala de la intervención, los recursos necesarios, etc.

Para predecir la magnitud de epidemias futuras de la enfermedad.

Número básico de reproducción (R0) o ritmo básico de reproducción

El R0 debe ser calculado, notificado y aplicado con mucha precaución porque es un cálculo complejo.

Rara vez se mide directamente, y los valores de R0 dependen de modelos y suposiciones. Algunos valores de R0 que aparecen en la literatura científica están obsoletos.

El número básico de reproducción (R0) también llamado ritmo básico de reproducción o ratio reproductiva básica es una métrica epidemiológica usada para describir la transmisibilidad de agentes infecciosos. El Restá influenciado por diversos factores biológicos, sociales, de comportamiento y ambientales que rigen la transmisión del patógeno. El Rno es un valor constante para un patógeno, ni una proporción en un período determinado o la medición de la gravedad de una enfermedad, y tampoco puede modificarse mediante campañas de vacunación. 

Declaración del inicio y el final de una epidemia

La declaración oficial de un brote epidémico no solo es importante para determinar las acciones de prevención y control, sino que además tiene consecuencias sobre los sectores sociales, económicos, políticos y de seguridad de un país. Los gobiernos (ministerios de salud, autoridades sanitarias locales u otras autoridades) tienen el poder y el mandato de declarar la aparición del brote o la epidemia de una enfermedad. Las Sociedades Nacionales no pueden declarar la aparición de un brote, sin embargo, sí pueden proporcionar respuestas de salud comunitaria en caso de sospechar que podría haber un brote o una epidemia, aunque no se haya declarado oficialmente.

Motivos para declarar un brote epidémico

Una declaración temprana de un brote por las autoridades sanitarias permite una respuesta sanitaria más rápida e impulsa el apoyo de fondos en la medida en que los sectores relevantes activan sus acciones de respuesta. La declaración también puede agilizar cambios en los procedimientos para facilitar las medidas de control. Por ejemplo, la OMS recomienda que una vez se haya declarado un brote de cólera, no es necesario que todos los casos sospechosos sean confirmados por laboratorio; en su lugar, cualquier persona que presente diarrea sanguinolenta aguda debe ser registrado y notificado como un caso sospechoso. La declaración de un brote puede facilitar la importación de medicamentos y equipos necesarios o acelerar la llegada de investigadores que estudiarán la causa de la enfermedad, si fuera necesario.

La declaración de una pandemia es responsabilidad de la OMS y normalmente motiva a las autoridades de todo el mundo a tomar una serie de medidas de salud pública, desde el uso de mascarillas en los espacios públicos hasta otras medidas más drásticas como las restricciones en los viajes o el comercio internacional.

Los criterios para declarar un brote, una epidemia o una pandemia dependerán del tipo de enfermedad y de las autoridades (ej. Ministerio de Salud) o instituciones/organizaciones (ej. OMS) quienes proporcionarán directrices técnicas para controlar el brote. Por ejemplo, en el caso del cólera, la red de organizaciones Global Task Force on Cholera Control (GTFCC) estableció que basta con al menos una prueba positiva ya sea mediante cultivo o reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para declarar un brote y tomar inmediatamente las medidas pertinentes.

Desafíos para declarar un brote epidémico

La declaración efectuada por un Estado puede impulsar la movilización de fondos a nivel doméstico, por ejemplo, del gobierno nacional a las autoridades locales para las medidas de control y respuesta; o a nivel internacional con fondos provenientes de organizaciones y donantes internacionales. En lugares con poco acceso a los servicios sanitarios e infraestructuras precarias, la declaración de una epidemia se puede percibir como una “oportunidad” para atraer no solo fondos para la respuesta sino también para las infraestructuras y así abordar las causas subyacentes de una enfermedad. Los coordinadores de respuesta deben tener presente que las comunidades pueden malinterpretar una situación de alto riesgo para la salud como una oportunidad de obtener otros servicios, que podría no ser realista ni factible sin la declaración del brote. Esto sucede a menudo en los brotes de cólera, que se pueden percibir como una oportunidad de generar puestos de trabajo, capacitación y/o infraestructuras de agua y saneamiento. De hecho, puede que algunos de estos beneficios estén incluidos en la declaración, pero suelen ser temporales. Las mejoras a largo plazo dependen de habilidades técnicas y supervisión a lo largo de un período de tiempo prolongado, así como del apoyo público constante y de presupuestos asignados. Las Sociedades Nacionales deben ser promotoras de las actividades de prevención y no apoyar el discurso de dependencia de las crisis epidémicas para lograr mejoras.

Por otra parte, debemos considerar que a algunos gobiernos no les conviene la declaración formal de un brote, ya que tendría consecuencias negativas sobre importantes sectores económicos como el comercio o el turismo, o podría crear una imagen de un país que no ha podido cubrir los servicios básicos de la población (como la distribución de agua potable o el saneamiento en el caso de enfermedades transmitidas por el agua). Estos factores pueden causar que las autoridades retrasen la declaración o no declaren un brote, como sucedió en 2008 cuando el presidente Robert Mugabe dijo que “no hay un brote de cólera”, a pesar de que había más de 16.000 casos de cólera en Zimbabue. La declaración de un brote también puede tener otras consecuencias, como las críticas al personal sanitario en los medios de comunicación cuando informan sobre la situación o repulsa ante la sola mención de la enfermedad. Por ejemplo, aunque haya casos en una comunidad que coinciden con la definición del cólera, un gobierno se puede mostrar reacio a declarar una epidemia e incluso puede desaprobar el uso de la palabra “cólera”. El cólera es un tipo de diarrea sanguinolenta aguda (DSA), y los actores humanitarios que trabajan en esos contextos podrían tener que referirse al cólera como un caso de diarrea sanguinolenta aguda si las autoridades no han confirmado la presencia del cólera.

Esto dificulta que el sistema de salud pueda manejar los casos, ocasiona retrasos en el envío de medicamentos y socava los esfuerzos de coordinación y el flujo de información entre los actores involucrados en respuesta, entre otros muchos problemas. Trabajar en esas circunstancias puede resultar un desafío para las Sociedades Nacionales que tienen la voluntad de actuar por el bienestar de sus comunidades pero que también tienen que apoyar y cumplir con las políticas de los gobiernos para quienes desempeñan su rol auxiliar.

¿Qué puede hacer una SN si las autoridades no han declarado un brote epidémico?

 A continuación se ofrecen algunas recomendaciones de carácter general para los coordinadores. Comprender el contexto es fundamentar para valorar la relevancia de estos consejos:

  • Cuidar el lenguaje que usamos para describir la enfermedad con el fin de evitar conflictos y conservar el espacio humanitario.
  • Hay que asegurar que los voluntarios conozcan los síntomas de la enfermedad en cuestión y apoyen la identificación temprana y la derivación de casos sospechosos a los centros sanitarios. Las acciones de prevención y respuesta que son relevantes durante un nivel bajo de vigilancia siguen siendo relevantes durante un brote, y por ello los voluntarios deben continuarlas, aunque sea en una escala menor que la deseada.
  • Recabar información de varias fuentes confiables para entender la situación epidemiológica y compartirla con la oficina regional de la FICR en caso de que sea más difícil movilizar fondos porque no se ha emitido una declaración oficial.
  • Asegurarse de que las comunidades y el voluntariado comprendan que la declaración del inicio (o el final) de un brote puede depender de decisiones políticas que afectan la respuesta de distintos actores. Los coordinadores deben identificar a los actores clave de los distintos sectores de respuesta, desde la vigilancia hasta el manejo de casos, y asegurarse de que la información se comparta lo más ampliamente posible.
  • Informar a los equipos de logística que la importación de ciertos materiales pude resultar difícil y que esto se debe tener en cuenta en los plazos de la adquisición.
Declarar el final de un brote epidémico

Definir el final de un brote requiere calcular el riesgo de un aumento de casos en el futuro utilizando métodos cuantitativos. El final de un brote permite que las autoridades sanitarias bajen el nivel de alerta de las acciones de vigilancia, reasignen los recursos para cubrir otros problemas sanitarios, restablezcan los horarios regulares de los trabajadores sanitarios y emprendan acciones para la recuperación.

Así como la declaración del inicio de un brote, los criterios para declarar su final dependerán del tipo de enfermedad y de las autoridades que proporcionarán directrices técnicas. Por ejemplo, en el contexto de un brote de la enfermedad por virus del Ébola (EVE), el final de la epidemia se declara tras 42 días consecutivos (el doble del período de incubación) en los que no se han reportado casos desde el resultado del último caso detectado. El resultado se define como un segundo PCR negativo o un entierro seguro si la persona ha fallecido. Otro criterio establecido durante el brote de cólera de 2017-18 en Sudán de Sur fue la ausencia de casos reportados durante siete semanas.

No obstante, la declaración del final de un brote y de los criterios utilizados pueden ser problemáticos por diversos motivos, y los coordinadores deben estar alerta ante posibles complicaciones, como por ejemplo, la aparición de nuevos casos debido a la ocurrencia de modos de transmisión menos comunes, como la transmisión sexual del EVE, o casos no notificados a causa de la precariedad de los sistemas de vigilancia, así como la falta de detección de casos asintomáticos. Según un estudio reciente (Bimandra et al., 2021), los criterios actuales de la OMS para declarar el final de un brote de EVE pueden resultar insuficientes y limitar la notificación de casos.



Para un gran número de enfermedades, las Sociedades Nacionales pueden tener un papel fundamental apoyando las actividades de vigilancia comunitaria, durante y después de la declaración del final de un brote (Ver el sitio web: https://www.cbsrc.org/).

Coordinación
Coordinación entre las diferentes áreas y entre las organizaciones

Coordinación entre las diferentes áreas

  • Coordinación entre las organizaciones y las áreas de agua, saneamiento e higiene (WASH), Salud, Nutrición y Alojamiento.
  • Coordinación de voluntarios.

Coordinación entre las organizaciones

  • Coordinación y gestión de campamentos (CCCM): Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para los desplazados internos y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para las situaciones de desastre.
  • Protección: ACNUR para los desplazados internos y ACNUR/OIM/UNICEF para situaciones de desastre y personas afectadas.
  • En los campos de refugiados, ACNUR también puede hacer abogacía y/o apoyar las iniciativas para mejorar el acceso a la atención sanitaria; servicios de salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS); salud sexual y reproductiva y VIH; nutrición y seguridad alimentaria; y gestión de la información sanitaria.
  • Refugios de emergencia: ACNUR y FICR.
  • Salud: Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • Telecomunicaciones de emergencia: Programa Mundial de Alimentos (PMA).
  • Logística: El PMA se puede involucrar en la distribución de alimentos en especie o en la ayuda alimentaria mediante transferencias de efectivo en crisis humanitarias, como los brotes epidémicos.
  • Educación: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Save the Children.
  • Nutrición: UNICEF también puede apoyar a los países a tomar medidas para fortalecer los componentes de salud de niños y recién nacidos en los planes de preparación para emergencias, mitigar el riesgo de violencia de género y desplegar recursos humanos en las zonas afectadas. Asimismo, UNICEF puede proporcionar medicamentos, vacunas y otros suministros sanitarios para niños, niñas y mujeres.
  • Recuperación temprana: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
  • Coordinación: Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).