Tuberculosis Bovina

La tuberculosis bovina es una enfermedad bacteriana zoonótica crónica provocada por el microbio Mycobacterium bovis y que afecta principalmente al ganado, pero que también puede infectar a seres humanos y otros animales. Mycobacterium bovis es una subespecie del complejo Mycobacterium tuberculosis, la bacteria responsable de la tuberculosis humana, pero es más común en animales. La enfermedad se puede transmitir a humanos mediante el consumo de productos lácteos sin pasteurizar, el contacto directo con animales infectados o la inhalación de bacterias suspendidas en el aire. La enfermedad supone un problema grave de salud pública, sobre todo en regiones donde es endémica. La tuberculosis bovina en humanos provoca síntomas similares a los de la tuberculosis causada por Mycobacterium tuberculosis, como tos persistente, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso y dolor en el pecho. No obstante, la enfermedad también puede presentar cuadros atípicos que afecten a zonas como los ganglios linfáticos, el conducto gastrointestinal o los huesos.

Las siguientes definiciones de caso estándar sirven para ayudar a las autoridades sanitarias nacionales a interpretar los datos en el contexto internacional. Sin embargo, durante un brote, puede que las definiciones de caso sean adaptadas al contexto local y la Cruz Roja/Media Luna Roja deba usar esas definiciones acordadas/establecidas por las autoridades sanitarias. Nota: Cabe tener presente que, durante la vigilancia comunitaria, los voluntarios deben usar definiciones de caso amplias y simplificadas (conocidas como definiciones de caso comunitarias) para reconocer la mayoría de los casos, proporcionar información relevante sobre los riesgos, llevar a cabo las acciones apropiadas e incentivar a las personas a buscar atención sanitaria. Otros actores, como los trabajadores sanitarios y los investigadores que estén estudiando la causa de la enfermedad, pueden utilizar definiciones de caso más específicas que pueden requerir su verificación mediante una prueba de laboratorio.

Caso sospechoso: Cualquier persona que muestre síntomas relacionados con la tuberculosis. El síntoma más frecuente es una tos productiva de más de dos semanas que puede cursar con otros síntomas respiratorios (por ej., falta de aire, dolores en el pecho) o generales (por ej., pérdida de peso, fiebre). 

Caso confirmado: Paciente con Mycobacterium spp identificado mediante muestra clínica, ya sea por cultivo o a través de un método más moderno: https://www.hpsc.ie/a-z/vaccinepreventable/tuberculosistb/casedefinition/ 

Depende de distintos factores. Las comunidades con endemicidad de tuberculosis bovina e instalaciones sanitarias deficientes pueden presentar un umbral epidemiológico más bajo por la mayor incidencia de casos. 

Además, las condiciones socioeconómicas, el nivel de vida y la eficacia de los programas de control de la tuberculosis pueden influir en el umbral, ya que las infraestructuras sanitarias avanzadas y las estrategias sólidas de prevención pueden ayudar a contener y reducir la propagación de la tuberculosis y, por lo tanto, elevar el umbral. Resulta crucial que los especialistas en salud pública comprendan estas variaciones a la hora de diseñar intervenciones específicas y aplicar medidas de control eficaces.

En cualquier caso, es importante señalar que la tuberculosis goza de la consideración de emergencia para la salud pública mundial desde 1993, cuando la OMS la etiquetó como tal. En consecuencia, la comunidad sanitaria mundial debe estar en alerta constante por lo que atañe a esta enfermedad mortal, con independencia de las discrepancias regionales.

• Trabajar con animales (en oficios relacionados con la cría de animales y la profesión veterinaria) o con productos de origen animal, tales como lana, cuero o pelaje (carniceros, tejedores, curtidores).
• Comer carne cruda o poco cocida de animales infectados.
• Contacto cercano con una persona infectada de tuberculosis bovina.
• Personas que regresen de zonas con alta incidencia de tuberculosis bovina.

La tasa es generalmente baja dependiendo del tipo de exposición. Sin embargo, las tasas de ataque variarán de un brote a otro. En una situación de brote, consultar la información más reciente proporcionada por las autoridades sanitarias.

• Gente que viva con VIH.
• Bebés y niños y niñas menores de 5 años.
• Personas ancianas.
• Personas con enfermedades crónicas como diabetes o insuficiencia renal.
• Pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia.
• Receptores de órganos trasplantados.

Mycobacterium bovis (bacteria). 

Enfermedad zoonótica: ganado bovino. Los animales suelen infectarse cuando entran en contacto con secreciones respiratorias de un bóvido infectado. Los seres humanos también se pueden infectar al consumir carne y productos lácteos de ganado infectado. 

Las personas se infectan de tuberculosis bovina a través de:

• Contacto directo con humanos y animales infectados: La vía de transmisión más frecuente es el contacto cercano con ganado y seres humanos infectados. Mycobacterium bovis se excreta a través de las secreciones respiratorias, la saliva, la orina, las heces y la leche de animales infectados. En espacios confinados, la infección puede propagarse a través de aerosoles.
• Transmisión indirecta: Los seres humanos y otros animales se pueden infectar al consumir carne, leche y agua contaminadas por la bacteria. Las bacterias pueden sobrevivir en el medio ambiente, sobre todo en condiciones húmedas y frescas.

Desde unos meses hasta varios años.

Los seres humanos pueden transmitirse entre sí la enfermedad, sobre todo si la persona infectada tiene tuberculosis activa.

Los síntomas incluyen:

• Tos prolongada.
• Dolor en el pecho.
• Expectoración de sangre o esputo (flema).
• Debilidad o fatiga.
• Pérdida de peso.
• Fiebre.
• Sudoración nocturna.
• Pérdida del apetito.
• Escalofríos.

Gripe, COVID-19, cáncer pulmonar, infecciones fúngicas, sarcoidosis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), neumonía adquirida en la comunidad, entre otras.

A fin de conferir inmunidad, se utiliza desde hace mucho tiempo la vacuna Bacillus Calmette-Guérin (BCG), que contiene Mycobacterium bovis atenuado, para evitar las formas graves de tuberculosis infantil, pero no se ha demostrado su eficacia para su uso rutinario en el ganado. 

• Aislamiento del complejo Mycobacterium tuberculosis (a excepción de Mycobacterium bovis-BCG) a partir de muestra clínica.
• Detección de ácido nucleico del complejo Mycobacterium tuberculosis en una muestra clínica MÁS microscopía positiva para bacilos acidorresistentes o bacilos de tinción fluorescente equivalentes en microscopía óptica.
• Microscopía para bacilos acidorresistentes o bacilos de tinción fluorescente equivalentes en microscopía óptica.
• Aspecto histológico de granulomas.

Consultar las directrices apropiadas a nivel local o internacional para el manejo clínico. Todo tipo de procedimiento clínico, incluida la administración de un tratamiento o una vacuna, debe ser efectuado por un profesional de la salud. 

• El tratamiento puede durar 4, 6 o 9 meses en función del programa.
• Suele consistir en una pauta de 4 fármacos, y algunos de los más comunes para la tuberculosis son:
• isoniazida;
  • rifampicina;
  • rifabutina;
  • rifapentina;
  • pirazinamida;
  • etambutol.