Ántrax

El ántrax, también conocido como carbunco, es una zoonosis presente en todos los continentes y puede causar la muerte en animales herbívoros salvajes o domésticos. Puede transmitirse también a los a los animales carnívoros y a los humanos. Los brotes siguen reportándose en muchos países alrededor del mundo, especialmente en aquellos donde los programas de vacunación de ganado son ineficaces o han sido interrumpidos. Las personas generalmente contraen la enfermedad a través del contacto directo o indirecto con animales infectados, o a través de la manipulación laboral de productos de origen animal infectados o contaminados. El ántrax es una enfermedad estacional y su incidencia está relacionada con la temperatura, las lluvias o las sequías, aunque las condiciones para que surja un brote pueden variar de una zona a otra. Los enfoques como el de la red de organizaciones Una Salud que abarcan la salud humana, animal y medioambiental son esenciales para prevenir los brotes de ántrax.

Las siguientes son definiciones de caso estándar para ayudar a las autoridades sanitarias nacionales a interpretar los datos en el contexto internacional. Sin embargo, durante un brote, puede que las definiciones de caso sean adaptadas al contexto local y la Cruz Roja/Media Luna Roja deba usar esas definiciones acordadas/establecidas por las autoridades sanitarias. Nota: Tener presente que durante la vigilancia comunitaria, los voluntarios deben usar definiciones de caso amplias y simplificadas (conocidas como definiciones de caso comunitarias) para reconocer la mayoría de los casos, proporcionar información relevante sobre los riesgos, llevar a cabo las acciones apropiadas e incentivar a las personas a buscar atención sanitaria. Otros actores, como los trabajadores sanitarios y los investigadores que estén estudiando la causa de la enfermedad, pueden utilizar definiciones de caso más específicas que pueden requerir su verificación mediante una prueba de laboratorio.

Como sucede con otras zoonosis, el control de ántrax en seres humanos depende en gran medida de la integración de la vigilancia y los sistemas de control sanitarios tanto de personas como de animales. Las siguientes definiciones de caso son exclusivamente para la vigilancia de la salud humana y excluyen los casos para la vigilancia veterinaria. Para más información sobre vigilancia veterinaria y cuadros clínicos, consultar la página sobre ántrax de la OIE.

Descripción clínica: Enfermedad bacteriana aguda que presenta diferentes cuadros clínicos.

• Cutáneo: Lesión en la piel que se desarrolla entre dos y seis días, y que genera una pequeña ampolla o bulto que se convierte en una llaga/úlcera de color negro acompañada de un edema (normalmente indolora).
• Gastrointestinal: Dolor abdominal caracterizado por náuseas, vómitos y pérdida del apetito y fiebre. Pueden aparecer otros síntomas como dolor de garganta y dificultad para tragar, diarrea acuosa o sanguinolenta.
• Pulmonar: (ántrax por inhalación): Síntomas breves similares a los de una enfermedad respiratoria, seguidos de una rápida disminución del nivel de oxígeno en la sangre, dificultad para respirar y fiebre alta (se puede comprobar mediante rayos X).
• Meníngeo: Aparición súbita de fiebre muy alta, a veces acompañada de convulsiones, y pérdida de la conciencia.

Caso sospechoso: Un caso que sea compatible con la descripción clínica y que tiene un vínculo epidemiológico con casos en animales confirmados o sospechosos o con productos de origen animal contaminados.

Caso probable: Un caso sospechoso que tiene una reacción positiva a una prueba cutánea para las alergias (en individuos no vacunados).

Caso confirmado: Un caso sospechoso confirmado por pruebas de laboratorio.

Información sobre definición de caso de la OMS: https://www.who.int

• Trabajar con animales (en oficios relacionados con la cría de animales y la veterinaria) o con productos de origen animal, tales como la lana, el cuero o el pelaje (carniceros, tejedores, curtidores).
• Comer carne cruda o poco cocida de animales infectados.
• Inyectarse drogas.
• Vivir en zonas endémicas de ántrax, con tasas bajas de vacunación del ganado y/o ausencia de medidas de prevención y control de enfermedades durante y después de un brote conocido, es considerado un alto riesgo para las personas.
• Las comunidades donde el sacrificio de un animal, incluso después de una enfermedad inusual, es una práctica común (la exposición al oxígeno permite que la bacteria forme esporas).

La tasa de ataque variará de un brote a otro. En una situación de brote, consultar la información más reciente proporcionada por las autoridades sanitarias.

La tasa es generalmente baja dependiendo del tipo de exposición.

• Las personas con ántrax gastrointestinal o pulmonar tienen mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave y tienen un mal pronóstico.
• Personas mayores.
• Personas con un sistema inmunitario débil.
• Personas inmunodeprimidas, como las que están recibiendo quimioterapia, han recibido algún trasplante o viven con VIH/SIDA.
• Personas con enfermedades crónicas como insuficiencia renal, cáncer, enfermedades hepáticas o pulmonares y diabetes.

Bacillus anthracis (bacteria). Cuando las condiciones no son propicias para el crecimiento y la multiplicación del bacilo, este tiende a formar esporas que pueden sobrevivir muchos años y ser resistentes al calor y a métodos comunes de desinfección. Dentro del huésped infectado, las esporas germinan hasta producir formas vegetativas que se multiplican y que finalmente producen la muerte del huésped.

Zoonosis: animales domésticos y salvajes, tales como ganado vacuno, ovejas, cabras, antílopes y venados. Los animales generalmente se infectan cuando ingieren o inhalan las esporas de la bacteria presentes en los suelos en los que se alimentan. Los animales carnívoros y los humanos (en pocas ocasiones) se infectan a través del consumo de carne proveniente de animales infectados. Los insectos también pueden transmitir la bacteria a otros animales. 

Las personas pueden contraer ántrax cuando las esporas penetran en el organismo. Esto puede suceder de diferentes modos.

• Transmisión a través del aire: las personas inhalan las esporas (ántrax pulmonar).
• Transmisión indirecta: Los animales se infectan mediante la ingesta de pienso contaminado, o inhalando/ingiriendo esporas de los suelos en los que se alimentan. Los humanos pueden contraer la enfermedad bebiendo agua o consumiendo alimentos que están contaminados con esporas o mediante inyecciones de drogas. Los cadáveres de animales (carne, piel, pelaje, lana o huesos) presentan un riesgo para los humanos y para otros animales.
• Transmisión de contacto: las esporas entran al cuerpo a través de una herida en la piel (ántrax cutáneo).

Normalmente el ántrax no es considerado una enfermedad contagiosa puesto que la infección de persona a persona es muy poco común (solo el ántrax cutáneo puede transmitirse entre personas).

De uno a siete días, aunque puede ser de unas pocas horas y durar varias semanas (o incluso dos meses para el ántrax inhalado) dependiendo de la vía de transmisión.

Las personas no transmiten la enfermedad.

• Ántrax cutáneo o de la piel: es la forma más común de la enfermedad. Normalmente se contrae cuando una persona con una herida en la piel, como un corte o un raspón, entra en contacto directo con las esporas de ántrax (también a través de una inyección). Se produce un bulto que genera picor y que rápidamente se convierte en una llaga negra. Luego algunas pueden tener síntomas de dolor de cabeza, dolor muscular, fiebre y vómitos. El ántrax cutáneo debe ser tratado rápidamente. Es esencial llevar a cabo un examen médico y administrar el tratamiento. Sin tratamiento el ántrax cutáneo tiene una tasa de mortalidad de hasta el 20%, pero si la enfermedad se trata la tasa se reduce al 2%.
• Ántrax gastrointestinal: se contrae mediante el consumo de la carne de un animal infectado. Los primeros síntomas son parecidos a los de la intoxicación alimentaria, pero se pueden agravar produciendo dolor abdominal agudo, vómitos con sangre y diarrea aguda. Sin un tratamiento adecuado, el ántrax gastrointestinal produce la muerte del 50% de las personas que lo contraen. Es esencial llevar a cabo exámenes médicos y administrar el tratamiento para reducir la mortalidad.
• La forma más grave de ántrax en personas es el ántrax pulmonar o por inhalación. Esta forma de la enfermedad se produce cuando una persona está expuesta a un gran número de esporas de ántrax suspendidas en el aire y las inhala. Los primeros síntomas son parecidos a los del resfriado común, pero progresan rápidamente hasta producir graves dificultades para respirar y el colapso. Es esencial llevar a cabo un examen médico y administrar el tratamiento. Sin un tratamiento adecuado, el ántrax pulmonar o por inhalación casi siempre es mortal. Mientras que con el tratamiento adecuado, la mortalidad se reduce aproximadamente en un 50%.
• El ántrax meníngeo es muy infrecuente y ocurre cuando la bacteria traspasa la barrera hematoencefálica y afecta al sistema nervioso central. Los síntomas clínicos son dolor en el cuello, cefalea, cambios en el estado mental, vómitos y fiebre alta. El ántrax meníngeo puede ser muy peligroso y alcanza tasas de mortalidad del 90%.

Forúnculo (lesión inicial), picaduras de arácnidos, úlceras (especialmente en el trópico), erisipela, muermo, plaga, chancro sifilítico, tularemia ulceroglandular, infecciones producidas por crostidios, rickettsiosis, ectima contagioso, vaccinia y viruela bovina, fiebre por mordedura de rata, leishmaniasis, difteria, amigdalitis, faringitis estreptocócica, intoxicación alimentaria, abdomen agudo y neumonía.

• Demostración del Bacillus anthracis en la sangre, el líquido cefalorraquídeo, las heces, o en lesiones o secreciones, en frotis teñidos con azul de metileno policrómico.
• Por cultivo de B. anthracis de una muestra (ej. sangre, lesiones, secreciones).
• Identificación positiva por ELISA, electrotransferencia, detección de toxinas, análisis cromatográfico o prueba de inmunofluorescencia.
• Prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

Consultar las directrices apropiadas a nivel local o internacional para el manejo clínico. Todo tipo de procedimiento clínico, incluida la administración de un tratamiento o una vacuna debe ser efectuado por un profesional de la salud.

• Todos los tipos de ántrax se pueden prevenir y ser tratados con antibióticos.
• Existe una vacuna autorizada para prevenir el ántrax, pero solo se recomienda su administración en ciertos grupos de adultos de alto riesgo.

La infección por ántrax desarrolla una inmunidad a largo plazo.