Fiebre Aftosa

La fiebre aftosa es una infección vírica muy contagiosa causada por un virus del género Aphthovirus y de la familia Picornaviridae. El virus cuenta con siete serotipos: O, A, C, SAT 1, SAT 2, SAT 3 y Asia 1, todos ellos capaces de infectar a animales biungulados (pezuña partida) como ganado vacuno, cerdos, ovejas, cabras y búfalos de agua. Cabe señalar que la infección por uno de los serotipos no confiere inmunidad contra el resto. La fiebre aftosa también puede afectar a la fauna salvaje, en especial al búfalo africano, que puede sustentar y transmitir el virus periódicamente al ganado doméstico.

La transmisión se da sobre todo por contacto directo entre animales infectados y susceptibles, así como a través de materiales contaminados (fómites). La fiebre aftosa provoca la aparición de vesículas dolorosas en pies, boca y glándulas mamarias. En casos graves, puede causar mastitis en el ganado lechero e inflamación letal del tejido cardiaco en animales jóvenes. Algunos animales infectados se convierten en “portadores” al albergar el virus en su orofaringe durante largos periodos, si bien los cerdos no portan el virus.

Las siguientes definiciones de caso estándar sirven para ayudar a las autoridades sanitarias nacionales a interpretar los datos en el contexto internacional. Sin embargo, durante un brote, puede que las definiciones de caso sean adaptadas al contexto local y la Cruz Roja/Media Luna Roja deba usar esas definiciones acordadas/establecidas por las autoridades sanitarias. Nota: cabe tener presente que, durante la vigilancia comunitaria, los voluntarios deben usar definiciones de caso amplias y simplificadas (conocidas como definiciones de caso comunitarias) para reconocer la mayoría de los casos, proporcionar información relevante sobre los riesgos, llevar a cabo las acciones apropiadas e incentivar a las personas a buscar atención sanitaria. Otros actores, como los trabajadores sanitarios y los investigadores que estén estudiando la causa de la enfermedad, pueden utilizar definiciones de caso más específicas que pueden requerir su verificación mediante una prueba de laboratorio.

Definición de caso

No se ha determinado ninguna definición de caso.

Un solo caso.

• Movimiento o migración de animales de un lugar a otro (por ejemplo, por el comercio y por las prácticas de la ganadería nómada).
• Proximidad a zonas infectadas.
• Bioseguridad inadecuada.
• Proximidad a reservorios de fauna salvaje.
• Intercambios de recursos entre explotaciones.
• Agua o pienso contaminado.
• Desplazamientos humanos.
• Importación de animales infectados o de productos contaminados de origen animal.

La tasa de ataque variará de un brote a otro. En una situación de brote, consultar la información más reciente proporcionada por las autoridades sanitarias.

• La fiebre aftosa presenta una tasa de ataque elevada, en especial en poblaciones susceptibles de animales biungulados, que suele llegar al 100 % en rebaños sin vacunar. La tasa de ataque depende también de factores como la especie afectada, la cepa del virus y las condiciones ambientales.

•  Animales de pezuña partida como ganado vacuno, cerdos, ovejas, cabras y búfalos de agua.

La fiebre aftosa es una infección vírica muy contagiosa causada por un virus del género Aphthovirus y de la familia Picornaviridae. El virus cuenta con siete serotipos: O, A, C, SAT 1, SAT 2, SAT 3 y Asia 1.

Los animales de pezuña partida como ganado vacuno, cerdos, ovejas, cabras y búfalos de agua son reservorios/huéspedes competentes del virus de la fiebre aftosa. Diferentes especies de mamíferos salvajes también se pueden ver afectadas.

La fiebre aftosa se transmite principalmente a través de aerosoles o por contacto directo entre animales que vivan en estrecha proximidad. Este modo de transmisión es común en rebaños de alta densidad, donde el virus se propaga con facilidad de un animal a otro, o cuando se introduce un animal infectado en el rebaño. Además, fómites como lechos, piensos, pastos y abrevaderos contaminados pueden facilitar la propagación de la infección. Algunos animales infectados se convierten en “portadores” al albergar el virus en su orofaringe durante largos periodos, si bien los cerdos no portan el virus. En cerdos, la fiebre aftosa puede aparecer cuando se les da carne cruda o carne infectada sin cocinar adecuadamente para su consumo.

El periodo de incubación suele ser de entre 2 a 14 días, en función de la cepa del virus, la dosis de exposición y la especie animal afectada.

Las personas no se infectan.

Uno de los síntomas característicos es la aparición de vesículas o llagas en los pies, alrededor de la boca y, en hembras, en las glándulas mamarias. Estas vesículas acaban rompiéndose y provocan un dolor y un malestar que suelen provocar reticencia a moverse. En el ganado lechero, esta dolencia provoca una reducción de la producción de leche y es común que aparezcan mastitis.

Asimismo, los animales afectados presentan hipersalivación y pérdida de peso por las dificultad para comer. Las hembras embarazadas pueden tener abortos a consecuencia de la infección. La gravedad de los síntomas clínicos varía en función de la cepa del virus, la dosis de exposición, la edad, la raza y la inmunidad del huésped. 

En casos graves, los ejemplares jóvenes pueden desarrollar miocarditis (inflamación del tejido cardiaco) que deriva en una muerte súbita. Otras complicaciones pueden ser bronconeumonía y miositis (inflamación muscular). 

https://www.woah.org/fileadmin/Home/esp/Health_standards/tahm/3.01.08_Fiebre%20aftosa.pdf

Estomatitis vesicular, enfermedad vesicular porcina, exantema vesicular porcino, senecavirus A (virus del valle del Séneca), lengua azul, peste bovina, diarrea viral bovina, fiebre catarral maligna (FCM), ectima contagioso (Orf) y cojera traumática o por otros motivos no infecciosos.

• Aislamiento del virus.
  • Prueba de fijación del complemento.
  • Ensayo inmunoenzimático (ELISA).
  • PCR en tiempo real.
  • Ensayo RT-PCR en gel de agarosa.
  • Inmunoelectroforesis contracorriente.
• Pruebas serológicas.
  • Neutralización del virus.
  • ELISA competitivo en fase sólida.
  • ELISA de bloqueo en fase líquida.
  • Ensayo de inmunotransferencia electroforética ligado a enzimas (Western blot).   

Consultar las directrices apropiadas a nivel local o internacional para el manejo clínico. Todo tipo de procedimiento clínico, incluida la administración de un tratamiento o una vacuna, debe ser efectuado por un profesional de la salud. 

• No existe un tratamiento específico. Sin embargo, los cuidados de apoyo y el tratamiento de las coinfecciones bacterianas y parasitarias pueden disminuir la mortalidad.
• Hay vacunas comerciales disponibles para la fiebre aftosa, pero suelen estar inactivadas y deben ser específicas para el serotipo del virus que circule en la región.

• Las vacunas confieren una fuerte inmunidad.